Mini-entrevista IMDI


a Laura Varsky

1 - De tus proyectos, ¿cuál es el que mejor representa tu enfoque profesional?
Es muy difícil poder responder esta pregunta sin extenderme. ¿Caería en un lugar común si dijera que cada proyecto aporta una particularidad a mi perfil profesional?

El enfoque que a mí me resulta interesante en referencia al diseñador gráfico y su disciplina es el de un profesional activo dentro del proceso de proyecto y producción, así como responsable y comprometido con aquello que está diseñando. Creo que las respuestas a un interrogante de diseño empiezan a surgir a medida que nos involucramos con él mismo. Y que no hay manera de trabajar a distancia, sin empaparse del asunto.

Analizando un poco varios de mis proyectos encuentro algunos casos que, tal vez, ejemplifican mejor lo que a mí me interesa desarrollar como diseñadora.

En la realización del packaging para el disco Hormigas del grupo Árbol pude trabajar interdisciplinariamente y fusionar diferentes actividades en pos de un ideario particular. Me parece sumamente interesante poder construir una mirada global sobre un problema de diseño y planificar un esquema de trabajo que permita incorporar distintas personas, saberes y especialidades bajo un fin común. En este caso trabajamos con un arquitecto maquetista, escenógrafos, fotógrafos especializados en maquetas y fotógrafos retratistas. Si tenemos en cuenta que el producto final es el diseño de una pieza de no más de 15 cm y que los presupuestos de la industria discográfica siempre (o casi siempre) son realmente muy bajos, creo que logramos armar un buen equipo. :)

En el diseño del packaging del disco y del libro para el proyecto Café de los Maestros pude comprometerme desde la edición de los contenidos y desde la conformación misma del paquete de información. Trabajamos a la par con escritora y editora y realizamos un proyecto en donde el diseño estuvo realmente a servicio de los contenidos. Así mismo puedo decir que los contenidos se redefinieron desde la pauta misma de diseño.

Algo similar pasa con los proyectos de libros para chicos que he realizado junto a Didí Grau y Christian Montenegro (escritora e ilustrador respectivamente). Son dos títulos: “Peleonas, mentirosas y haraganas” y “Cuatro gatos negros flacos”. En ambos casos la premisa es elevar las decisiones de diseño a un plano autoral. Definir la naturaleza del libro desde sus tres pilares tratados en simultáneo: texto, ilustración y diseño. Desde lo que otorga el trabajo en conjunto profundizar en la relación y el diálogo que se genera entre estos elementos.

2 - ¿Cuáles son tus referentes?
Mis referentes más claros son los que me inspiran en mi trabajo como ilustradora. Adoro toda la producción gráfica desde de principios del siglo XX hasta los 30’: Beardsley, Mucha, Klimt, Josef Hoffmann, el matrimonio Mackintosh, Hundertwasser, etc. En síntesis, el modernismo! La obra de William Morris me parece también maravillosa.
Admiro a grandes calígrafos cómo Giambattista Bodoni, Herb Lubalin y Zuzana Licko (por mencionar sólo a algunos representativos de épocas muy distintas).

3 - ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser diseñador?
Creo que cambio de parecer constantemente en relación a este cuestionamiento. Hay cosas inherentes a mi profesión que nunca me atrajeron y, finalmente, me resultaron de gran interés. Hay otras que me fascinaban y con el tiempo me aburrieron.
Creo que lo más rico del ser diseñador es la posibilidad de reinventarnos con cada nuevo proyecto que se nos presenta. Encontrar nuevos desafíos. Desarrollar nuevas habilidades. Conocer e interactuar con nuevas disciplinas. Sentir que nunca se sabe ni se sabrá todo porque, posiblemente, no exista un todo.
Pensándolo un poco más profundamente creo que esto sucede con cualquier actividad. Pero en el caso del diseño esas mismas premisas se aplican al objeto mismo de diseño. Podemos (y en alguna medida, debemos) releer la realidad que se nos presenta, interpretarla, completarla y representarla.

Lo peor de ser diseñador es, muchas veces, no tener el tiempo suficiente para diseñar. Al menos en mi caso, que trabajo de forma independiente e individual, muchas veces debo dedicarle muchísimo tiempo a tareas administrativas y de gestión que poco me interesan y mucho me estresan.

4 - ¿Creés que existe un diseño argentino?
Creo que existe una metodología del diseñador argentino. No se trata tanto del resultado final sino del tipo de proceso que desarrollamos. Somos caóticos, improvisados, intuitivos, ingeniosos, impetuosos. Considero que es en ese punto, en el análisis de nuestro hacer, en donde podemos empezar a encontrar una identidad argentina y, posiblemente, latinoamericana.

5 - ¿Cuál es el principal desafío para un diseñador en la Argentina?
Encontrar su lugar. Sentirse respetado y valorizado.
Creo que el mercado aún debe madurar y reconocer al diseñador como un profesional idóneo y valioso en la cadena de producción (tanto comercial como cultural).
Creo que los diseñadores debemos trabajar también en este sentido valorando nuestro trabajo frente a nuestros clientes pero, especialmente, frente a nosotros mismos.

Laura Varsky es diseñadora gráfica especializada en el diseño de discos y libros. Sus primeros pasos se desarrollaron en el ambiente under e independiente del rock hasta alcanzar un Grammy Latino como Directora de Arte en el año 2006. También ha realizado diversos trabajos como ilustradora. Durante 10 años ha sido docente de la materia Tipografía en la universidad de Buenos Aires.



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